Gonzalo Osés

Gonzalo Osés

viernes, 17 de noviembre de 2017

Ciudadana emprendedora


Cuando voy a Santiago de Compostela me gusta encaminar mis pasos a la escalera CRISPR de la torre de servicio de la torre de servicio del Museo del Pobo Gallego, obra del arquitecto del barroco Domingo Andrade, el cual, diseñada con tres cuerpos de escaleras de caracol donde cada una va a una estancia diferente, para no molestar a los demás. Digo CRISPR porque el perfil que dibuja recuerda a las cadena genética del ser humano, y en ciertos puntos del recorrido dos de las espirales se cortan… 

Ni que decir, que las vistas de Santiago desde allá arriba son espectaculares, mientras escuchas las risas desconcertadas de las personas que se pusieron a subir por la primera escalera que se encontraron, sin darse cuenta que no llegan hasta arriba, cual reflejo de la falta de miras del ser humano actual, empeñado en el cortoplacismo y que otras le digan por donde encaminar sus pasos...


Como te dije en el pasado post, tras el encuentro Galicia Camino Emprendedor (organizado por la Fundación Ronsel), encamine mis pasos a los arboles cuyas hojas escriben de forma innovadora lxs niñxs del colegio del templo del conocimiento Colexio N. S. Lourdes en A Estrada, donde Dolo Otero Neira, dirige un equipo que esculpen el Miguel Angel que todo niñx lleva dentro, a pesar que el sistema educativo actual intenta convertirlo en loseta. 

Cual, relegada escalera crisperiana, se volvió hace un lustro desde los mandriles tras colaborar una década con la coach de coachs  Joaquina Fernández, para intraemprender al heredar del colegio familiar, e innovar en metodologías y renovar el equipo a la mitad del equipo, cual lluvia fina. Para como me comentó una de las cocineras que lleva medio siglo trabajando ahí, y del que fue alumna, “¿lo mejor? Todo, ¿lo peor? El exceso de trabajo al estar todos los años completos”. 

Sin olvidarme a la innovadora Alba Alonso Feijo con su  Real Kiddys y su lucha sin cuartel, pero con una enorme sonrisa al sin sentido de entre otras cosas, de clasificar a los niños por azul y a las niñas de rosa…

Con eso, mientras volvía a los mandriles, no dejaba de canturrear el himno a la ciudadana emprendedora creado por Sonia Martinez, para la estela de la ponencia de Rafa Martinez Cortiña en #GaliciaCaminoEmprendedor, y le daba  vueltas a su mantra “la economia persona a persona de Airbnb ha empoderado a la mujer en 10.000 millones de dolares, al ser el 59% de anfitrionas y el 61% de las viajeras”, posible subtítulo del estudio que está llevando a cabo, y espero podamos leer pronto. 

De la misma manera, que tras leer el resumen del informe de “modelos de negocio disruptivos” de la Fundación de Innovación Bankinter escrito por Esther Paniagua, y tras  dialogar ultimamente con la Unleash 2017 Marina Sanchez Calleja o con la blockchainiana Brenda Gonzalo, empiezo a caer en la cuenta, que como esas tres escaleras de servicio crisperianas, que sin llamar la atención y a la sombra de los andamios de La Catedral, está encontrando su camino, en un silencio a gritos que crea la estela imparable de la nueva economía, antes llamada compartida o mal denominada colaborativa. Hasta Vincent Rosso en la presentación del informe ponía un ejemplo donde un interlocutor político le decía que sabia lo que era Bla Bla Car al utilizarlo su mujer y su hija…

Tengo la inmensa suerte de empezar la semana que viene el programa de mentoring mujer ingeniera. Creo que mi mentee me va a enseñar a comunicar de forma más respetuosa, limando algún deje que de forma inconsciente se nos pasa a los hombres. Como le pasó ayer a Rafael González Palenzuela, director de Recursos Humanos de La Mutua en el encuentro de Red mentoring 2017, al hablar del programa de liderazgo femenino para “ayudar a la mujer a llevar sus cosas: el embarazo, la reducción de jornada”, como si la paternidad fuera cosa exclusiva de las mujeres… y es que a veces, ni queriendo lo hacemos bien. Como ejemplo de lo endogámico y paternalista que es el mentoring en multinacionales sin darse cuenta que en una década no habrá a quién mentorizar, al quedarse esas empresas sin clientes ni empleados. 

Ahora me voy a escuchar a Carmena la cual, presenta el programa de la Nave de la Innovación, si, a la que licitamos y no ganamos. Así que toca escuchar, aprender, y luego por la tarde a google campus a reaprender de las cagadas profesionales de Jaime Estevez, Javier Sirvent y el organizador de Fuckup Nights Madrid, Javier del Moral.
¿Será un avance de lo que viene? ¿Quedaremos los hombres relegados a contar nuestra batallas en La Sociedad gastronómica cual #nosolopapas? No creo, que sea tan radical, ya que vamos a una sociedad donde cada persona sea mujer, hombre o persona electrónica se realizara por su pasión, talento y talante, olvidándose de su rutinario e insulso trabajo aporreando teclas… y para acelerar los tiempos, a los hombres nos toca reeducarnos y reducir el exceso de testorona y paternalismo. 

go gO GO!

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